Los artículos sobre diseño de interiores hablan de lo que se conoce como el «estilo de vida sueco», y para muchos ese hogar funcional y sobrio se convierte en un ideal en cuanto a estilo. Esta es una gran noticia para IKEA. La artesanía tradicional se convierte en muchas ocasiones en la base del diseño de la época, utilizando materiales locales y sostenibles. Predominan las maderas claras, como el pino y el abedul. La paleta de colores parte de los interiores blancos del modernismo, pero se ve complementada por colores rústicos en tonos rojos, azules, amarillos y verdes.
La vida en el hogar
La década de los 90
Los noventa empiezan con una severa recesión, lo cual vuelve a dar prioridad a las necesidades básicas del día a día. En el mobiliario del hogar, la extravagancia desmedida de los años ochenta se ve sustituida por un ideal minimalista y funcional. La funcionalidad y la sensación de hogar son más importantes (y menos caras) que la búsqueda de estatus.
El efecto de la recesión fue que el hogar cobró gran importancia como refugio seguro. Fue en esta época cuando se empezó a hablar del «cocooning» (la práctica de refugiarse en el hogar). Para muchos clientes de IKEA, el frenético ritmo de la vida nocturna de los ochenta da paso al plan acogedor y familiar de poner una peli y pedir comida a domicilio. También se empieza a hablar del término «compact living» (la vida en espacios reducidos) como una necesidad, a medida que la vida en las grandes ciudades se encarece y los hogares son cada vez más pequeños.
IKEA lanza soluciones eficaces e ingeniosas tanto para personas que viven solas como para familias con niños. Los catálogos dedican más de 20 páginas a los dormitorios infantiles, y en las tiendas hay un departamento infantil con su propio surtido, diseñado en base a los consejos de expertos en la infancia (médicos, pedagogos) y, por supuesto, de familias de todo el mundo. Los niños pueden al fin disfrutar de un espacio para ellos en el hogar y de habitaciones adaptadas a sus necesidades.
Cada vez son más las personas que buscan muebles cómodos, funcionales, discretos y acogedores con fundas lavables. El diseño contemporáneo combina poner gran atención al estilo a la vez que se mantienen precios asequibles. Y junto a esa estética minimalista florece también un estilo rural y nostálgico de moderna simplicidad y frescura.