Catálogo IKEA

¡Buena pregunta! Sabemos que muchas personas tienen curiosidad por saber cómo ha sido el catálogo IKEA en las distintas décadas. El catálogo siempre ha sido un reflejo de cada época, las tendencias en diseño de interiores y el día a día de las personas, especialmente en Suecia, pero en las últimas décadas también a nivel internacional. El catálogo se imprimió durante setenta años, y ahora, al haber digitalizado todos, cualquiera puede acceder a ellos. Nuestra principal tarea en el IKEA Museum es poner la historia de IKEA al alcance del mayor número posible de personas. Por ello esperamos que estos catálogos sean fuente de alegría y nostalgia, y tal vez incluso de unas cuantas sorpresas.

Al igual que la idea del hogar, el catálogo ha ido cambiando radicalmente desde 1951, fecha en que se publicó por primera vez. Echa un vistazo a los catálogos más antiguos y te llevarás una sorpresa con las cosas que hay ahí. De hecho, puede que hasta te hagan reír. En los años cincuenta y sesenta apenas salían personas en las imágenes, y cuando lo hacían, nunca eran niños. Pero en los setenta vemos a niños jugando por toda la casa, adultos fumando e incluso, de vez en cuando, algún póster de contenido político. Avanza hasta los catálogos de los ochenta y verás que las tendencias han vuelto a cambiar; se comenzaron a llevar tejidos más llamativos y toda clase de materiales sofisticados. En los noventa los hogares se vuelven más sencillos, claramente bajo la influencia de la tradición escandinava. De esta forma, los catálogos de IKEA son una especie de cápsula con la que puedes viajar en el tiempo. Y ¿quién sabe? Cuando volvamos a echar un vistazo a los catálogos más recientes dentro de diez o veinte años, seguro que también nos sorprenden y nos hacen suspirar.

IKEA Museum decidió empezar por los catálogos suecos porque son los más antiguos. En el futuro esperamos poder digitalizar catálogos de más países y en más idiomas.

No. En el catálogo IKEA siempre se ha mostrado únicamente una selección de lo que había en las tiendas. Los catálogos de los años setenta y en adelante muestran alrededor de un 30-50 % del total del surtido. Los productos que no aparecen suelen ser los más pequeños: textiles, artículos de decoración o aquellos relacionados con la iluminación. Las colecciones temporales tampoco suelen aparecer en ellos. Pero cuanto más retrocedamos en el tiempo, el porcentaje de surtido incluido en el catálogo será mayor.

Sí, pero cuanto más antiguo sea un producto, más difícil será hallar información sobre él. Si tienes alguna pregunta específica sobre un producto, será un placer ayudarte siempre que sea posible. Pero setenta años son muchos años, así que no podemos prometer nada. Y mientras esperas nuestra respuesta, siempre puedes echar un vistazo a los catálogos; los textos sobre productos suelen ser bastante detallados. Busca en los catálogos introduciendo el nombre y el tipo de producto. En IKEA Museum Digital encontrarás también historias sobre algunos de los productos, y constantemente iremos añadiendo más.

El primer catálogo, el catálogo IKEA de 1951, se publicó en Suecia en el otoño de 1950. Antes de eso IKEA era un negocio de venta por correo que no vendía muebles, sino bolígrafos, relojes, máquinas de afeitar, carteras y maletas. En esa época el surtido se presentaba únicamente en un pequeño folleto de venta por correo llamado ikéa-nytt (literalmente, «noticias de ikéa»). A veces se distribuía como suplemento del periódico para agricultores, Jordbrukarnas Föreningsblad, que leían cientos de miles de personas en las regiones rurales de Suecia. En 1948 Ingvar Kamprad empezó a incluir muebles en el surtido, y a partir de ahí la cosa empezó a crecer rápidamente. En el ikéa-nytt de 1950, hasta seis de las dieciocho páginas estaban dedicadas a muebles. Y si miras el catálogo de 1951, verás que ya no hay bolígrafos ni carteras. Ingvar Kamprad se había centrado por completo en la decoración del hogar, prescindiendo del resto de los productos.

Lo cierto es que no. En nuestros archivos tenemos algunos ejemplares del catálogo IKEA de cada año, que queremos guardar para la posteridad. Lo ideal para conservar los catálogos en buenas condiciones es manipularlos lo menos posible, por eso los hemos digitalizado y puesto a disposición de todo el mundo tanto online como en las pantallas del IKEA Museum. ¡Esos sí que podéis hojearlos todo lo que queráis!

Por supuesto. La forma más fácil de compartir un catálogo es hacer clic en «Compartir» en la esquina inferior izquierda, o bien en el menú de la izquierda una vez que hayas empezado a hojearlo. De ese modo quedará copiado un enlace que podrás compartir en un sitio web o en redes sociales. Si quieres descargarlo y publicarlo en tu propia plataforma digital, puedes compartir hasta un máximo de tres catálogos digitales completos. No te olvides de indicar los derechos de autor, «© Inter IKEA Systems B.V.»; el año del catálogo, y el enlace, https://ikeamuseum.com/en/explore/ikea-catalogue/ para que cualquiera que tenga interés pueda investigar más. No está permitido publicar los catálogos digitales con fines comerciales.

¡Por supuesto! Puedes compartir hasta treinta imágenes de los catálogos en tu propia plataforma digital, ya sea un blog, tu perfil de Instagram u otra similar (siempre que no sea con fines comerciales). No te olvides de indicar los derechos de autor, «© Inter IKEA Systems B.V.»; el año del catálogo, y el enlace, https://ikeamuseum.com/en/our-catalogues para que cualquiera que tenga interés pueda investigar más.

¡Sí! Encontrarás todo el material promocional, incluidas las imágenes, la información sobre actuales exposiciones y mucho más, en la sala de prensa del IKEA Museum.

En estos momentos tenemos en el museo una buena cantidad de catálogos en todos los idiomas, y no necesitamos más. Dicho esto, no dudes en ponerte en contacto con nosotros si llevas varias décadas coleccionando los catálogos, o si tienes cualquier material que creas que puede ser de interés para el IKEA Museum.

Desgraciadamente no. A veces nos gustaría tenerlas todas, ya que manejamos muchos productos antiguos que a veces hay que montar y desmontar.